Andrés Roldán, director del Parque Explora, está convencido de que es posible llegar a todas las comunidades a través de procesos de construcción colaborativa, promoviendo temas como la ciencia, la tecnología y la conservación ambiental.
Este diseñador industrial terminó involucrado en el diseño, planeación y construcción del museo de ciencias, acuario y planetario más grande de Colombia, a través de un proceso que él denomina “orgánico” y gracias a su interés de incursionar en temas entre su profesión y la innovación. De la mano de arquitectos, diseñadores, científicos, comunicadores, ingenieros y profesionales de otras disciplinas creo uno de los centros de divulgación científica más importantes en Latinoamérica. Justamente la misma interdisciplinariedad que hoy caracteriza al Parque Explora.
Desde su posición como actual director de Explora le compartió al Consejo Profesional Nacional de Arquitectura y sus Profesiones Auxiliares (CPNAA) cómo ve la relación actual entre la arquitectura, la innovación y el desarrollo en nuestro país; también sobre los principales retos a los que deberá enfrentarse esta profesión mirando al futuro, entre otros temas más. A continuación se presentan dos de las respuestas a una entrevista que podrá encontrar completa en el video que acompaña esta publicación.
El Parque Explora es un muy buen ejemplo de las alianzas que se pueden realizar entre el sector público y privado. ¿Cuál es “secreto” para que esta relación tenga la fluidez que ha tenido en Explora?
Lo primero es que si no hubiera sido por una voluntad política de este proyecto, difícilmente podría haber existido en su dimensión y en su alcance. Yo creo que había unas condiciones dadas, digámonoslo así. Reflexiones que venía haciendo la ciudad tiempo atrás sobre el valor de posicionar la ciencia y la tecnología como activos de la construcción ciudadana, de la cultura ciudadana, y eso fue lo que permitió que efectivamente el parque pudiera nacer con una inversión pública prominente.
Una vez nacimos se crea una especie de corporación privada sin ánimo de lucro cuya vocación es administrar esos bienes públicos, esa infraestructura, esos contenidos y al mismo tiempo garantizar con toda autonomía, independencia y flexibilidad las alianzas y las relaciones que permitirían, de alguna forma, abrir otros escenarios de gestión de recursos y de oportunidades.
Yo creo que, por un lado, el hecho de situar en el centro de la conversación social la apropiación del conocimiento, como un valor social que genera prosperidad y que estimula es muy atractivo para el sector privado. También resulta importante que las empresas vivan en ecosistemas donde la ciencia, la innovación y el conocimiento tienen valor, porque finalmente es allí donde eventualmente se gestan nuevas generaciones de jóvenes, de profesionales, de universitarios, de grupos de investigación.
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El estado tiene unas necesidades educativas enormes, no solamente en la educación, sino en salud, en movilidad, en seguridad, medio ambiente, en fin, todos son temas que tienen que ver con cómo apropiamos el conocimiento científico en nuestra vida cotidiana de una manera distinta. Entonces, esas necesidades automáticamente se convierten en oportunidades para la sostenibilidad. Cómo interactuar con otros agentes, con otras organizaciones para (…) poder conectar con esas necesidades y esos valores que tienen esos (…) actores públicos y privados, y aprovecharse de esas competencias que mezclan muy bien los tres principios que nosotros tenemos en Explora, algo que llamamos las Experiencias Memorables de Aprendizaje o las (EMAS).
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Entonces, digamos que el punto para sintetizar es que el éxito no es un asunto simplemente de existir y tener las puertas abiertas con un tapate enorme que diga bienvenidos, sino realmente en construir un valor organizacional que se base en el conocimiento que tiene convertir cualquier contenido, cualquier tema, en cualquier territorio y en cualquier contexto en una oportunidad de aprendizaje inspiradora, provocadora, etcétera. Eso abre un espectro de posibilidades para establecer relaciones con el sector público, con el sector privado, con gobierno, con las escuelas, en fin (…) es el punto esencial de nuestra relevancia, es esa siempre la gran pregunta ¿para qué existimos y a quién servimos?
Esta pandemia nos ha hecho reflexionar sobre las nuevas formas de concebir el futuro. ¿Hacia dónde cree usted que deben enfocarse los esfuerzos en lo que compete a la arquitectura, la innovación y las ciudades colombianas?
Yo creo que ahora sí que se viene una época interesante desde el punto de vista del diseño, de la arquitectura, porque finalmente sí están cambiando las relaciones sociales y las interacciones, eso supone que los espacios también.
Va a cambiar la manera como entendemos el urbanismo, la manera como entendemos la seguridad dentro de los espacios, va a cambiar la manera como entendemos el tema del encuentro o el distanciamiento social; entonces, eso supone nuevos elementos frente a ese diseño y de hecho ya está ocurriendo. Una ciudad como Milán, por ejemplo, está haciéndose la gran reflexión sobre la no circulación del transporte dentro de la ciudad, es la oportunidad y el momento de hacer una aceleración urbana, entiéndase como peatonalizar mucho más las vías y al mismo tiempo restringir más la movilidad de vehículos en diferentes partes.
Ya se vienen adelantando una serie de ideas nuevas que marcan casi que una corriente. Esta semana veía en ArchDaily las iniciativas de cómo se están desplegando nuevos procesos (…). Obviamente las situaciones de la pandemia ha supuesto la generación de espacios de manera acelerada. En poco tiempo debemos atender pacientes; entonces, todo lo que tiene que ver con el diseño hospitalario está cambiando de una manera dramática. Necesitamos ser capaces de armar sitios de albergue y de servicio en poco tiempo (…) hay un espectro infinito de cosas ahí, de cómo va a cambiar esto (el COVID-19) en el diseño de los baños, cómo va a acelerar el uso de insumo que impidan el contacto físico, en fin. Se viene un espectro enorme de posibilidades que van a cambiar sin duda alguna el diseño industrial, el diseño arquitectónico, hasta el diseño gráfico, seguramente, porque nuevos códigos empiezan a aparecer, porque hay que comunicar aceleradamente para que la gente entienda cómo funciona un mundo que socialmente se relaciona distinto.