Bogotá 17 de septiembre de 2019. La explosión demográfica que se registra actualmente en las principales capitales y ciudades del mundo ha dado origen a una nueva forma de concebir los espacios habitacionales. Esta no solo se refiere a las viviendas como tales, ya sean casas o apartamentos, sino a la posibilidad de aprovechar aún más el espacio haciendo uso de muebles diseñados para tal fin.
Por esto, muebles al mejor estilo de los “Transformers”, robots que se convierten en carros y viceversa en la famosa saga homónima, ya no son únicamente los protagonistas de videos que circulan a través de internet y se hacen virales, sino parte del catálogo de compañías que, inspiradas en esa idea, han creado modelos asequibles para todos los bolsillos.
Una de las empresas asentadas en Silicon Valley y perteneciente al sector tecnológico, incluso, decidió invertir en uno de ellos en alianza con una reconocida firma de muebles para el hogar. Este tiene un lema: “una habitación, mil maneras” y consta de un módulo central que sirve, entre otros, como biblioteca. A un lado se ubica la cama, que puede mantenerse afuera o introducirse en la parte baja de ese módulo, según la necesidad de sus usuarios.
El módulo completo, a su vez, puede cambiarse fácilmente de posición con el fin de tener más espacio a un lado del apartamento o sacar la cama cuando se requiera. El mueble incluye, además, un espacio destinado como closet y otro para ubicar objetos como los televisores planos. Otra de sus funcionalidades es que permite deslizar una tabla que funciona como escritorio o como mesa de noche.
Más allá de eso, se trata de una de las creaciones que facilita la obtención de dos espacios en uno, sin que se necesiten puertas, muros o más habitaciones. Es ideal para quienes viven solos o en pareja y ofrece una condición extra: se maneja por medio del smartphone para facilitar aún más su uso por parte de quienes no quieren hacer más esfuerzo que apretar un botón para obtener cada día un apartamento “nuevo”.
Como en el mejor de los matrimonios, la arquitectura se vale del espacio para generar ambientes acogedores y las profesiones afines se valen de esos espacios para crear diferentes clases de objetos para los que el espacio, aunque sea reducido, hace mucho tiempo dejó de ser un límite.