Bogotá 14 de junio de 2019. Aunque no existe un consenso sobre el origen de la domótica, indirectamente se empezó a hablar de ella hacia los años 70 cuando ya se pensaba en la posibilidad de que las instalaciones inherentes a las viviendas, como la eléctrica o la de comunicaciones, fueran operadas por un sistema o tecnología “inteligente” que aboliera el uso de botones e interruptores y respondiera automáticamente a los deseos de los usuarios.
Desde entonces, son muchos los avances que se han producido en torno a esta ciencia, pero uno de los que mayor impacto causa hoy en día es el de los vidrios inteligentes. Se trata de una variedad de este material que tiene el poder de modificar las condiciones de luz y temperatura de la edificación o vehículo donde esté instalado, según los estímulos que detecte en el ambiente o la orden que se le dé mediante un control.
Una de sus propiedades, por ejemplo, consiste en volverse opaco si en un recinto se requiere privacidad o en aclararse para permitir la entrada de luz en el mismo espacio. Esto es posible gracias a que estos vidrios cuentan con dispositivos electrocromáticos, una tecnología que les resta claridad con solo aplicar una dosis de corriente eléctrica y que, así mismo, les permite volver a su estado original.
Aunque esta tecnología también exige a los constructores y sus clientes pensar en el gasto energético o eléctrico que deben asumir si quieren instalarla en sus propiedades, se presenta como una alternativa viable y competitiva en términos ambientales. ¿La razón? Facilita el ahorro de energía al reducir el uso extensivo de iluminación y evita la compra de insumos como cortinas o persianas.
De acuerdo con Mordor Intelligence, firma especialista en inteligencia de mercados, en la actualidad Estados Unidos lidera este segmento, pero pronto podría ser sobrepasado por la región Asia Pacífico donde cada vez son más las compañías que confían en esta tecnología. De acuerdo con esta empresa, entre 2019 y 2024, el mercado del vidrio inteligente o “Smart Glass” puede crecer un 12%.
Aparte de la aceptación que tiene en el mercado, hay algo más que hace que estos vidrios sean tan atractivos. Por un lado, los Objetivos de Desarrollo Sostenible hacen énfasis en la necesidad de que todas las industrias, como la construcción, le apuesten a combatir el cambio climático y a proteger la vida de los ecosistemas, por lo que las empresas y personas comprometidas con ellos están eligiendo esta alternativa.
Por otro lado, la masificación de ciertos productos como los autos eléctricos y de otras tecnologías como el Internet de las Cosas también pone al vidrio inteligente en el primer lugar de preferencia.